¿Alguna vez has notado que cuando usted está enfermo, por ejemplo, con una fiebre alta, inconscientemente se niegan a alimentar y tienden a desear la fruta? Así que ese es uno de los casos en los que el instinto del cuerpo es mucho más fuerte que los años de devastación a la que ha presentado y te hace difícil de entender lo que es correcto para él y lo que no!
Estábamos lobotomizado en el tiempo y la cocción y el procesamiento de alimentos convertimos, por lo que es en apariencia que en realidad no lo es, a partir de los cadáveres con sus gargantas cortadas, frollati, piel que infestan nuestros dos puntos, la creación de la leucocitosis y la cadena de putrefacción intestinal : La mayoría de nosotros estamos tan tratados externamente como maldito engranaje interior.
Aprendemos a observar diablos! Mira la pata de un perro .... tal vez ser capaz de recoger una manzana? Yo diría que no ... pero sus caninos y especialmente sus muelas que le permitiera extraer y triturar los huesos crudos, una operación que soplar los rellenos a cualquier ser humano.
No podemos negar lo que somos, pero al hacerlo, sentamos las bases para una vida infeliz, poco saludable, con un proyecto de ley para pagar tarde o temprano, para todo el mundo.
Aunque nos habían ofrecido un pequeño conejito bonito justo rígido y chorreando sangre, probablemente hubiéramos empezado a llorar, aceptando de buen grado una buena manzana jugosa.
En su lugar, todo se hace ahora "detrás de escena" y el producto terminado, cocinado, sazonado lleno de sal y hierbas para mistificarne el verdadero sabor, se nos presenta "inofensivo" y difícilmente atribuible a un animal asustado, gritando, pataleando y gritando durante la masacre.
Sin embargo, muchos de nosotros estamos convencidos de que nuestros antepasados prehistóricos fueron alrededor de todo el día con el club para cazar animales ... Nada podría ser más falso. Nuestros antepasados eran, como nosotros, frugívoros, y su día se estableció en la investigación y la alimentación continua de la fruta.
Ver un gorila de montaña, que comparte con nosotros el 98% del patrimonio genético: es potente, equilibrado, fuerte, y sin embargo, en su vida, nunca va a tocar un pedazo de carne y las "proteínas" que son mucho más elogiados por nuestros médicos .
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